Hola es Gerardo. Miren esta foto de mi abuela materna, Belén, que rescatamos limpiando uno de los closets de lo que pronto será nuestro nuevo Laboratorio Culinario.

Ella padecía de colon irritable, depresión, ansiedad, enfermedades que antes no se diagnosticaban y aún son tabú y todavía muchos consideran como «necedad», «debilidad», «malcriadez» y una larga lista de epítetos que heredé y a los que renuncié, no sin luchar, ni patalear.

Pero miren el gran detalle en la esquina inferior derecha: par de paquetes de espaguetis. Si algo recuerdo y aprendí de mi abuela eran su pasta bologna, las torrejas, arepitas dulces y pasticho. Muy seguramente ella también era intolerante al gluten y nunca logró dar con la clave de su malestar.

Conocer tu historia es parte esencial en cualquier cambio. Aprender de tus ancestros, no solo es imitar lo bueno, es también identificar y sacar lo que ahora en tu vida no cuadra y te hace daño.

Para mí ha sido importante revisar ese pasado para liberarme de muchos tabúes y etiquetas que aplastaban mi ego con culpas y responsabilidades por mis enfermedades.

Ahora no pretendo ser responsable de mis enfermedades pero sí de mi bienestar.

Gracias abuela, donde quiera que estés. Conocerte me ayudó a conocerme.