Curiosidades sobre el cerebro humano
Consume un 20% de la energía y oxígeno que consume el organismo.
En una partícula casi microscópica se pueden localizar alrededor de 100.000 neuronas.
Representa el 2% del peso corporal.
Está conformado por un 73% de agua.
Transporta la información a una velocidad de 268 millas por hora. Más rápido que un vehículo de Fórmula 1.
Su demanda de glucosa es muy elevada, para lo cual necesita acaparar hasta el 50% de la energía extraída de los hidratos de carbono que consumimos a diario.
Los ácidos grasos Omega 3, la vitamina B, C y E, los antioxidantes, los flavonoides, la colina y el triptófano, entre otros, son elementos que estimulan y favorecen el rendimiento cerebral.
Así como la producción de neurotransmisores, que son los encargados de pasar la información de una neurona a otra por lo que en ellos reside gran importancia, influyendo también a su vez, positivamente en las capacidades cognitivas.
La funcionalidad del lado izquierdo del cerebro está asociada con el análisis, lógica, matemáticas, lenguaje y secuencia. Mientras que el lado derecho desarrolla la creatividad, la intuición, los sentimientos, la imaginación y las artes.
De qué se alimenta el cerebro y cuál es su función:
- Ácidos grasos Omega 3
Los ácidos grasos Omega 3 están entre los más conocidos a la hora de combatir las enfermedades neurodegenerativas y mejorar además la memoria.
Podemos encontrar estos ácidos grasos beneficiosos en alimentos como los pescados azules, algunos frutos secos, como las nueces y semillas como son el lino y la chía.
- Vitamina B1 (o Tiamina)
Las vitaminas del grupo B son muy importantes para la correcta salud y funcionamiento del cerebro.
Tener déficit notorio de esta vitamina puede producir entre otros, síndrome de Korsakoff, un trastorno de la memoria y el aprendizaje frecuente en las personas que consumen alcohol de forma reiterada. Algunos alimentos que contienen esta vitamina, B1, también llamada tiamina, son las chuletas de cerdo, los pistachos, las pipas de girasol…
- Vitamina B9 (o ácido fólico)
La vitamina B9 es importante porque participa en la síntesis de aminoácidos y en la formación del tejido nervioso.
Tener déficit de esta, así como de otras vitaminas del grupo B, se relaciona con problemas de desarrollo en los niños.
Algunos alimentos que contienen esta vitamina B9 son las verduras de hoja verde como las espinacas, legumbres como las lentejas…
- Vitamina C (o ácido absórbico)
Es en el cerebro donde podemos encontrar la concentración más alta de esta vitamina esencial, concretamente en la glándula pituitaria.
Su importancia reside en que trabaja protegiendo al cerebro contra el estrés oxidativo.
La vitamina C podemos encontrarla en alimentos como las naranjas, limones o el pimiento rojo.
- Antioxidantes
Los antioxidantes son también necesarios para luchar contra el dan~o oxidativo celular del cerebro.
Ralentizando así procesos degenerativos propios del envejecimiento además de numerosas enfermedades mentales.
- Flavonóides
Investigadores franceses han descubierto que las personas que comen una buena cantidad de flavonoides a través de los alimentos, frutas y verduras, reducen el deterioro cerebral asociado al envejecimiento.
Otro motivo de peso para dar prioridad a frutas y verduras en nuestras cestas de la compra.
- Calcio
El calcio es un mineral fundamental para el funcionamiento óptimo del cerebro pues desempeña un papel protagonista como mensajero de las células nerviosas.
Actúa también como regulador de la neurotransmisión y controla la excitabilidad nerviosa.
Tener déficit de calcio es difícil puesto que el organismo tiene una gran reserva en los huesos, aun así no conviene dejarlo de lado ya que su cantidad puede verse afectada por factores externos como pudiera ser la ingesta de algunos fármacos.
Los alimentos con calcio más populares son los lácteos, también hay calcio de origen vegetal en las famosas espinacas que comía Popeye o en las semillas de sésamo.
- Magnesio
Este mineral, el magnesio, es importante para la conversión de muchas vitaminas B en su forma activa, mejorando la memoria de trabajo y la memoria a largo plazo.
Además, el equilibrio entre los niveles de magnesio y de calcio evita la excitabilidad del sistema nervioso.
Tener déficit de cualquiera de ellos puede conducir a problemas neurológicos muy serios.
Así que asegura tu ingesta con alimentos ricos en magnesio como son las semillas de calabaza o el cacao en polvo.
- Colina
La yema de huevo contiene colina, un nutriente que también pertenece al grupo de las vitaminas B y que fortalece la conexión nerviosa de las neuronas.
Según algunos estudios el aumento de la ingesta dietética de colina puede producir mejoras en el rendimiento cognitivo y protegería además de este mismo modo contra la pérdida de memoria.
- Triptófano
El triptófano es uno de los ocho aminoácidos esenciales de la dieta humana.
Estamos ante el percusor metabólico de la serotonina, de la melatonina y de la niacina.
Los niveles de triptófano elevados en el cerebro desencadenan un aumento de la liberación de la hormona de la serotonina, hormona que es de gran importancia y juega un papel primordial en la regulación del estado de ánimo, de la ansiedad, del apetito y del sueño.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro cerebro?
A pesar de haber aumentado los niveles de expectativas de vida del ser humano en las últimas décadas, debemos mantener nuestro cerebro saludable en la etapa de la vejez. Es muy importante el consumo de nutrientes (aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales), para optimizar la función cognitiva en esa etapa de vida.
El cerebro es nuestro centro de procesamiento de datos. Requiere de cuidados preventivos para garantizar su óptimo funcionamiento en la edad adulta y en la vejez. Estas son algunas orientaciones indicadas por los especialistas:
- La alimentación saludable es fundamental, con una dieta rica en frutas, verduras, vegetales y pescados, favoreciendo el transporte de oxígeno y nutrientes para su correcto funcionamiento.
- Mantenerse activo desde el punto de vista cognitivo, mediante juegos de memoria, rompecabezas, elaboración de pasatiempos (crucigramas, sopa de letras, Sudoku).
- Controlar los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, azúcar en la sangre, consumo de drogas y cigarrillos.
- Controlar el estrés, la ansiedad y la depresión. Buscar ayuda especializada.
- Mantener la interacción social, estrechando vínculos con la familia, amigos y el entorno laboral, así como participar en actividades de esparcimiento (eventos sociales, recreativos, deportivos) para un desarrollo psicológico saludable.
- Hacer ejercicios o alguna actividad física regularmente.
- Si bien de todos es conocida la importancia del ejercicio físico para nuestro organismo, no lo es tanto el ejercicio cerebral.
El ejercicio cerebral logra unir la parte del cerebro izquierda con la derecha.
Provocando de esta manera un mayor nivel de:
- concentración,
- creatividad,
- y habilidades motrices
Propiciando de esta forma el aprendizaje.
Estos ejercicios para el cerebro, pueden ser usados también para tratar problemas de lectura, escritura, dislexia o hiperactividad.
Alimentémonos consciente y cerebralmente
Simples cambios en tu alimentación pueden hacer mucho por tu salud en general, y por la de tu cerebro en particular. Te descubrimos los alimentos que contribuyen mejor a que este órgano se mantenga activo y saludable.
- Manzanas y cítricos: Contienen una gran concentración de flavonoides, unas sustancias que tienen un poderoso efecto antioxidante, por lo que puede ser una buena idea incorporarlos a nuestra dieta para colaborar en la mejora de las conexiones neuronales.
- Cacao: También es rico en flavonoides el cacao, y un estudio americano realizado en 2014 revelaba que este alimento mejoraba la capacidad cognitiva y la memoria de los sujetos de la investigación. Sin embargo, la opción más saludable y completa sigue siendo la de la fruta, por lo que debería ser la fuente primaria de la que obtenerlos.
- Aguacate: Son muchos los beneficios que se le otorgan al aguacate, sobre todo para la salud de nuestro corazón y circulación sanguínea, ya que es una fruta rica en vitamina E, potasio o antioxidantes, entre otros, pero, sobre todo, en grasas saludables tipo omega 3 que mantienen un buen ritmo sanguíneo, algo que repercute directamente en la capacidad de concentración de nuestro cerebro.
- Brócoli y coles: Ambas verduras contienen vitamina K en altas proporciones, un compuesto químico que, según afirmaba un artículo elaborado por el departamento de nutrición de la Universidad de Montreal (Canadá) en 2012, podría ser importante no solo por su valioso papel en la coagulación de la sangre, sino también porque cumple acciones importantes en el sistema nervioso, sobre todo en cuanto a la capacidad cognitiva.
- Arándanos y fresas: La inclusión de estas frutas en nuestra dieta puede mejorar nuestra memoria a futuro. Y es que, según revelaba una investigación de la Universidad de Harvard publicada en ‘Annals of Neurology’ en 2012, el aumento del consumo de arándanos y fresas está asociado a una menor tasa de deterioro y pérdida de memoria en mujeres mayores.
- Pescado: El pescado es una buena fuente de grasas saludables que contribuyen a un mejor rendimiento intelectual y a una mejor salud del cerebro. Una dieta que aporte niveles más altos de este tipo de grasas se ha relacionado con un menor riesgo de demencia y accidentes cerebrovasculares, así como con un declive mental más lento; además, pueden desempeñar un papel vital en la mejora de la memoria, especialmente a medida que envejecemos. ¿Cuánto pescado? Basta con dos raciones semanales.
- Frutos secos: Las nueces o las almendras son buenas fuentes de omega 3, omega 6 y vitamina E, valiosa por su capacidad antioxidante, y que se ha relacionado en algunos estudios con una disminución importante del riesgo de pérdida cognitiva a medida que se envejece, así como con una mejora del nivel de concentración. Además, contienen proteínas que estimulan a las llamadas neuronas hipocreatinas, encargadas de mantener nuestra atención. Tienen un ligero efecto antidepresivo, ya que favorecen la producción de serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar. Ayudan a desarrollar la memoria y favorecen el aprendizaje a corto plazo.
- Té verde: Otro de los grandes protagonistas en la salud de nuestro cerebro es el té verde, al que numerosas investigaciones atribuyen la capacidad de reducir las posibilidades de sufrir enfermedades del sistema nervioso y cardiovascular, así como de mantener nuestra memoria en plena forma gracias a su gran capacidad antioxidante.
- Avena: Tomada en el desayuno, la avena ayuda a controlar los niveles de azúcar y colesterol, dos parámetros fundamentales para una buena salud cerebral. La avena también es ansiolítica, aunque de acción lenta, y combate el estrés y otros problemas del sistema nervioso. Tomada con regularidad mejora la concentración y el rendimiento en épocas de especial esfuerzo intelectual. Si estás de exámenes, ¡incorpórala a tu dieta!
- Yogur: Diversos estudios sugieren que el yogur (siempre natural o griego, sin añadidos) no sólo ayuda a regular la flora intestinal, sino que existe una relación directa entre las bacterias de nuestro intestino y el correcto funcionamiento de nuestro cerebro. Este rico alimento también puede mejorar notablemente el estado de ánimo y a contrarrestar la ansiedad, el estrés o la depresión.
- Huevos: Además de ser una fuente extraordinaria de proteínas, la yema de huevo contiene una alta cantidad (en torno a un 30% de la ingesta recomendada) de colina, una sustancia fundamental en funciones relacionadas con la memoria; el desarrollo del cerebro del feto y en la prevención de enfermedades del corazón o el hígado. Este compuesto también ayuda a eliminar compuestos que podrían causar inflamación.
- Tomate: El licopeno contenido en este superalimento ha demostrado ser un aliado estupendo para la prevención de muchas enfermedades como el accidente cerebrovascular o el ictus. Fresco, frito, triturado, en salsa… puedes tomar esta hortaliza de cualquier manera, sus propiedades se mantendrán intactas.
- Aceite de oliva virgen extra: Actualmente hay estudios que han descubierto que es un ingrediente fundamental para el buen funcionamiento del cerebro, tanto para protegerlo del deterioro cognitivo, como para mantener en buen estado sus conexiones neuronales.
- Cúrcuma: Se ha demostrado que es capaz de incrementar la memoria y estimular la producción de nuevas células cerebrales.
También se han encontrado con que puede ayudar a recuperar la función del cerebro en enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y las embolias. - Remolacha: entre sus componentes se encuentra el monofosfato de uridina, que ayuda en la mejora de las habilidades cognitivas.
- Apio: Reduce los daños del envejecimiento prematuro cerebral, ayudando de este modo a potenciar también la memoria.
- Zanahorias: Contienen el antioxidante en forma de betacarotenos que son buenos también para la memoria.
- Maca: Esta raíz andina tan de moda y a la que se le atribuyen casi, casi poderes milagrosos, aumenta la circulación cerebral, por lo que también es perfecta para mejorar la memoria y la concentración.
- Ginsen: Aumenta la capacidad memorial.
- Legumbres: Al igual que los cereales son ricas en vitaminas del grupo B, por lo que no debemos olvidarlas si queremos tener una buena memoria.
FUENTES:
https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-mundial-cerebro
https://www.enfemenino.com/bienestar/los-mejores-alimentos-para-el-cerebro-s1979937.html
https://www.huercasa.com/es/blog/alimentos-buenos-para-el-cerebro